martes, 17 de febrero de 2015

PAPELES VIEJOS



(Artículo publicado el 27 de octubre de 1897 en el Diario de Tenerife)
 Documentación obtenida de Jable.Archivo de prensa digital de la ULPGC



Sr. D. Patricio Estévanez y Murphy
Santa Cruz

Mi apreciable amigo: he leído casualmente en su Diario de 8 de los corrientes, un artículo del Sr. Maffiotte, que me sugiere algunas observaciones, que escribo a vuela pluma, por si acaso V. cree que de algo sirven para esclarecer algunas noticias de las consignadas por  dicho señor.

Ante todo, es digno de encomio el cuidado del Sr. Maffiotte, de recoger todo aquello que halla referente a Canarias;  sería de desear que otros muchos hijos de este país que residen en la Península, le imitaran; pero por desgracia muy pocos son los que se cuidan de eso.

En unos autógrafos de Núñez de la Peña he leído que el Sr. Sancho de Herrera, señor de cinco dozavos (del señorío, no de la propiedad) de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, viendo que habían fallecido sus hijos legítimos de sus dos matrimonios con Dª Catalina Escobar y con Dª Violante de Cervantes y Sosa, se resolvió a reconocer y dejar por su universal heredera a una hija que había tenido en Catalina de Fia, hija de Guillen de Fia que lo era del último reyezuelo indígena de Lanzarote, que se llamó Luis de Guad al Fia.  

Viera, en el tomo 4º de su conocida obra, edición de Madrid (que es la que he visto) rectifica el error que había cometido haciendo a la hija del D. Sancho, hija también de Dª Catalina Escobar. Dicha rectificación se hace hablando del Convento de Lanzarote, si no recuerdo mal, o del de Fuerteventura, a propósito de unos epitafios sepulcrales. Difiere de Núñez de la Peña en que dice Catalina Dafra, y Peña dice de Fia.
La dicha hija; llamada Dª Constanza Sarmiento, casó con su primo hermano Pedro Fernández de Saavedra, troncos de la casa marquesal de Lanzarote; y como D. Agustín de Herrera (primer marqués de Lanzarote) se hizo con once dozavos del señorío de ambas islas, es evidente que, como decía Argote de Molina, dicho marqués y sus sucesores fueron los verdaderos señores de Fuerteventura, y no los Saavedras, que sólo poseían un dozavo de dicho señorío.

Quizás tuviera también razón Argote al decir que su esposa fue la verdadera sucesora del D. Agustín de Herrera; porque una vez fundado el mayorazgo a favor de dicha señora ¿podía anularse ese documento público porque le naciera al marqués un hijo de legítimo matrimonio?
Dicen varios papeles viejos que Argote no mintió en nada de lo que dijo respecto a la casa llamada de Fuerteventura; y que si le ganó el pleito don Fernando de Saavedra fue a costa de dejar por sus herederos  a los duques de Lerma.
 
Sólo me resta ampliar otra noticia consignada en el artículo del ilustrado Sr. Maffiotte. El capitán de caballería Diego de Mesa fue casado en San Lucar de Barrameda; pero le sucedió lo mismo que al Señor Sandio de Herrera, esto es, que viéndose en su ancianidad sin sucesión legítima, obtuvo lo que entonces llamaban privilegio real de lejitimación, á favor de dos hijos que había tenido. Nuestro cronista Núñez de la Peña consignó eso, y menciona el protocolo donde se halla archivado dicho privilegio, en la Orotava. También dice que de estos hijos legitimados vienen todos los Mesas de dicha línea. 

Si estas noticias lo sirven de algo, quedará satisfecho su amigo y S.S. q. s. m. b.

R. GARCÍA RAMOS
Tacoronte, 25 de Octubre de 1897

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