miércoles, 20 de agosto de 2014

ESTUDIOS GEOLÓGICOS







          ( Artículo publicado en La Revista de Canarias el 23 de diciembre de 1881)

Clasificación general.

 Al presente, si nos proponemos exponer una clasificación geológica de las rocas, se nos presenta el grave inconveniente de la divergencia, y hasta contradicción a veces, que presentan en ese particular -y en muchos otros- los autores; siendo lo peor que nuestros limitados conocimientos no nos permiten elegir con perfecto conocimiento de causa, y por ende con verdadero acierto, entre los distintos sistemas o métodos de clasificación propuestos; sistemas y métodos que, aquí como en botánica y en diversas otras ciencias, se proclaman a porfía naturales por sus respectivos autores, aunque en realidad sean todos más o menos artificiales.

Verdad es que, así en geología como en muchas otras ciencias, la clasificación es realmente difícil. Contrayéndonos al asunto que aquí nos ocupa, podemos decir que los geólogos se han visto en gran embarazo para determinar, por ejemplo, si en la clasificación de los granitos debe atenderse principalmente a la calidad, dando poca o ninguna importancia a la edad de aquéllos y a su procedencia hídrica o ígnea.

Repetimos con toda sinceridad que ignoramos cual clasificación sea la más acertada; pero asimismo debemos declarar que tampoco lo sabe la mayor parte de los geólogos, si no todos, aún aquéllos que están reputados por los más entendidos; y la prueba de ello está en que casi todos se contradicen.

Vamos, pues, en este breve resumen, a seguir a Brongniart, como pudiéramos seguir a otro cualquiera; bien persuadidos de que ni los lectores de la REVISTA buscan aquí un tratado de geología, ni serán muchos los que fijen su atención por mucho tiempo en esta materia.

 Las rocas se dividen generalmente en simples y compuestas, división fundada también principalmente en el aspecto que ofrecen a la simple vista, aunque ajena al carácter de estructura que determina la anterior división de los terrenos en granitosos, esquistosos y compactos (1).
 Las rocas simples se pueden considerar divididas en cuatro clases, que se designan con los nombres de acidífera, pierrosa, combustible y metálica (2).

 La primera puede dividirse en estos géneros: calcáreo (ósea cal carbonatada), flúor (cal fluatada), apatita (cal fosfatada), gipso (cal sulfatada), anhidrita, alun, aluminita, magnesita, baritita, celestina, y sal gema. Esta última consiste principalmente en soda muriatada, la celestina en estronciana sulfatada, la baritita en barita sulfatada, la magnesita en magnesia carbonatada, etc.

La segunda clase contiene los géneros cuarzo, asperon, sílex, jaspe, trípoli, pómez, obsidiana, retinita,

(1) Véanse nuestros artículos anteriores de estos Estudios.

(2) Es bien sabido que en la composición mineralógica y química de las tres clases primeras, entran asimismo los metales; pero no tan marcadamente como en esta última. Los géneros en que Mr. de Brongniart divide cada una de las clases, se subdividen también, según el mismo autor, en secciones y variedades. Así, por ejemplo, al calcáreo le considera dividido en tres secciones, que son: calcáreos puros, producidos por cristalización; calcáreos puros, producidos por sedimento; y calcáreos compuestos o alterados. Cada sección contiene algunas variedades; como por ejemplo, la sección 1ª que se subdivide en calcáreo fibroso, lamelario, sacaroide, concrecionado, esponjoso, y pulverulento; la 2ª,que contiene al cretáceo, al oolitico, etc. Él género gipso  no contiene secciones, sino las variedades siguientes: laminario, sacaroide, fibroso, compacto, y calcarífero.
  En otros, como el Flúor, no establece ninguna división. petrosílex, feldespato, idocraso, granate, pirógeno, anfíbol, basalto, serpentina, esteatita, clorita, talco, arcilla, marga, ocre, arcilolita, vacke, cornéana (o afanita según Mr. Haüy), esquisto, y ampelita (1)..

La tercera contiene grafita, antracita, hulla, lignita, y turba.
La cuarta se compone de piritas, hierro oxidulado, hierro oligisto, hierro hidratado, hierro terroso, hierro carbonatado, hierro cromatado, y manganeso oxidado.
Las rocas compuestas ofrecen una infinita variedad, y de consiguiente, una gran dificultad para su clasificación. Se puede, no obstante, establecer entre ellas diferentes clases, géneros y especies. He aquí un cuadro aproximado de sus divisiones:

PRIMERA CLASE: Rocas cristalizadas isómeras.

GÉNERO I. Feldespáticas. Contiene este género cuatro especies generales, que son el granito (1), la protogina, la pegmatita y la dolerita.


Pegmatita
Granito
dolerita

GÉNERO II. Anbibólicas. Comprende las especies generales llamadas sienita, diabaso (o diorita), y hemitrene.

diorita

SEGUNDA CLASE: Rocas cristalizadas isomeras.


 Base de cuarzo hialino
Mineral de mica
Base de esquisto

Talco


Serpentina

Lava

GÉNER0 I. Base de cuarzo hialino. Contiene las especies hialomicta y cuarcita.
GÉNERO II. Base de mica. Contiene gneis o esquisto y micasquisto.
GÉNERO III. Base de esquisto. Contiene filada y calquisto.
GÉNERO IV. Base de talco. Contiene esteasquisto y tal vez alguna otra especie.
GÉNERO V. Base de serpentina. Contiene ofiolita, cipolino, oficalce, calcifiro y alguna otra.
GÉNERO VI. Base de corneána o de vacke. Contiene espilita, trapita y vackita.
GÉNERO VII. Base de anfíbol. Contiene anfibolito, basanita y melafiro.
GÉNERO VIII. Base de petrosilex anfiboloso. Contiene pórfiro, ofita, variolita, piromérida y eufótida.
GÉNERO IX. Base de petrosilex o de feldespato granulario. Contiene eurita, traquita, arcilofiro y domita.
GÉNERO X. Base de retinita o de obsidiana. Contiene estigmita, y acaso alguna otra especie.
GÉNERO XI. Base indeterminada. En este género están comprendidas casi todas las lavas, que en realidad forman diferentes especies, aunque Mr. de Brongniart solo distingue aquí, bajo la denominación de variedades principales, las basálticas, tefriníticas, escoriáceas, porfiroides, y esponjiosas.


(1) Divídense muchos de esos géneros en variedades, como el cuarzo, que puede ser común o hialino amorfo, granoso, y arenáceo. El asperón, se divide en blanco, rojo, abigarrado, etc.
 En la clase siguiente -rocas o terrenos combustibles- se observa una subdivisión análoga; pues la antracita, por ejemplo, es esquistoide, conchoide, friable, etc.
Una división semejante se advierte también en la cuarta clase.
(2) Como bajo el nombre de granito se comprenden muchas rocas, cuyo análisis escrupuloso demuestra que casi siempre prepondera ligeramente una sustancia, este autor clasifica los granitos en el número de los suelos feldespáticos; aunque observa que muchas veces no es el feldespato su elemento geológico dominante, sino la mica o el cuarzo. Observaciones análogas hace respecto al porfiro y a otros suelos; siendo de notar que no coloca al porfiro entre los feldespáticos, como lo hacen otros autores; y que también advierte que generalmente en el granito no predomina notoriamente a la simple vista ninguna de las tres sustancias geológicas que principalmente le constituyen.


TERCERA CLASE: Rocas de agregación o arenáceas.

GÉNERO I. Algo ligadas por un cimento. Contiene varias especies de pasamita, que Mr. de Brongniart solo designa aquí como variedades principales (2), tales como la cuarzosa, lagranitoide, la micácea, la esquistoide, la calcárea, etc.
GÉNERO II. Algo empastadas. Contiene mimofiros, psefitas, pudingas y brechas. Tal es, en resumen, la división propuesta por Mr. de Brongniart, para distinguir geológicamente los terrenos, atendiendo principalmente a su naturaleza ósea a la calidad y composición más general o marcada de los mismos. En otro artículo haremos una ligera reseña de los suelos, considerados bajo el punto de vista de su edad y yacimiento.
                                                                                                     


                                                                                     ROSENDO GARCÍA-RAMOS                                                                                                     


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