jueves, 4 de diciembre de 2014

DOS OCTAVAS DE TASSO



                   (Artículo publicado en el Diario de Tenerife el 21 de abril de 1902)
                               Documentación obtenida de Jable.Archivo de prensa digital de la ULPGC


Mi modesto artículo titulado un pasaje del Tasso, nos ha proporcionado, al público en general y a mi en particular, la satisfacción de leer un nuevo e interesante trabajo del señor D, Luis Maffiotte. Yo me adhiero desde luego al dictamen de que Viera copió de Galindo las dos octavas consabidas; pues aún cuando en su Biblioteca de autores canarios habla del Gofredo (l) de Cairasco como de una traducción vista por sus propios ojos, hay que tener en cuenta que mediaron diez u once años entre la publicación del primero y el cuarto tomo de la obra de Viera, y bien pudiera suceder que nuestro erudito Arcediano leyera dicha traducción después de impreso aquel tomo.

Sea de ello lo que fuere, y sentando también desde luego que tanto eso como lo que me resta que decir, es cosa de poca o ninguna importancia, me parece que Cairasco tradujo directamente del Tasso las octavas 35º y 36º del canto XV, aún cuando no aparezcan en algún manuscrito de aquella traducción. Se funda esta opinión en la mera comparación de ese pasaje en ambos autores.

He aquí el texto de Tasso; el de Cairasco puede verse en la obra de Viera, y en el curioso trabajo de Maffiotte que citamos al principio de estos renglones.

«Ecco altre Isole insieme, altre pendici scopriatto al fin, men' erte & elévate, et eran queste I' isole.Felici,» &

Creo superfluo, repetir aquí el resto de la estrofa, por haberle ya transcrito en mi indicado artículo. La siguiente dice así;

«Qui non fallaci mai fiorir gli olivi, e' l mel dicea stillar da 1' elci cave, e scender gia da lor montagne i rivi, con acque dolci e mormorcio soave; e zéfiri e rugiade, i raggi estivi,
temprarvisi, che mulo ardor v' e grave; e qui gli Elisi Campi e le famose stanze de le beate anime pose.«

Si comparamos con las dos octavas reproducidas por Galindo y por Viera ese fragmento del Tasso, me parece no cabrá duda en que son la traducción del mismo. Es cierto que un pasaje de Horacio y otro de Plutarco, dicen casi lo mismo, y que bien pudo el Tasso imitar ahí indistintamente a cualquiera de aquellos dos autores; pero los aludidos versos de Cairasco, tienen tanta semejanza con los que acabo de transcribir, que no puedo dejar de tomarles por su traducción casi literal.

Véanse ahora aquí los de Horacio, y no transcribo los de Plutarco, por que basta con pasar la vista por el párrafo que Viera les dedica;

«Reddit ubi Cererem tellus inarata quotanis, et impútata floret usque vinea;germinat & nunquam fallentis termes olivae
suamque pulla ficus ornat arborem;
mella cava manant ex ilice; montibus altís
levis crepante lympha desilit pede.

«Illic injussae veniunt ad mulctra capellae,

refertque tenta grex amicus ubera;

nec vespertinus circumgemit ursus ovile,
neque intumescit alta viperis humus:»

También estimo por demás seguir copiando a Horacio, en atención a que tanto esos versos como los siguientes de aquella Oda, les tengo ya transcritos en el mismo trabajo publicado en este DIARIO, que ya queda mencionado; es decir, que allí puede verse la traducción de ellos.

Dice el Sr. Maffiotte que el poeta Cairasco no quiso traducir las octavas 33 hasta 36—ambas inclusive—del canto XV, y que en su lugar puso otras originales suyas; pero como en el ejemplar que poseo de la Jerusalem libertada (2), las dos estrofas u octavas de que nos ocupamos son precisamente las 35ª y la 36ª, me cabe la sospecha que no sean esas mismas las que indica Maffiotte, a causa de alguna diferencia que pueda haber entre el citado ejemplar impreso que poseo, y el que tuviera a la vista dicho Sr. Por otra parte el mismo vuelve a asegurar, poco después, que esas dos octavas corresponden a la adición hecha por el poeta canario al  texto del poema original.

Portada de la edición de 1691 de Jerusalem libertada

Sin embargo de lo que dejo dicho, no puedo menos de preguntar: ¿Cómo es posible que falten aquellas dos estrofas que he transcrito, en edición alguna, cuales quiera que ella sea, del poema de Tasso? ¿Y cómo sostener que las dos octavas de Cairasco, que reproducen sucesivamente—con ligeras variantes— Galindo, Viera y Maffiotte, no son indudablemente una traducción de las mismas antedichas?

Que se parecen a los correspondientes versos de Horacio, y a la prosa de Plutarco referente al mismo asunto; nadie lo duda ni puede racionalmente dudarlo, como que el Tasso imitó a uno de dichos antiguos, acaso a los dos, en aquel pasaje.

Que el P. Abreu Galindo creyera por ello que el poeta canario tradujo a Horacio, en vez de traducir al Tasso, tan poco es de extrañar, por que aquel padre, según parece, no era muy fuerte en literatura, y acaso le fuera desconocido el citado poema italiano.

Así, pues, concluyo esta especie de aclaración, de poco o ningún interés, como ya dije antes, felicitándome nuevamente de que mi modesto trabajo haya despertado en el ilustrado y erudito Sr. Maffiotte el deseo de darnos a conocer un largo fragmento de las obras de Cairasco y deseando muy sinceramente que de su pluma veamos algo más en las columnas del DIARIO.

                                                                                                        SOMAR



(1) En realidad el poema del Tasso se titula, como es sabido, Il Goffredo, o  vero Gierusalemme líberata.

(2) Edición del año 1691, hecha en Venecia.

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