lunes, 10 de noviembre de 2014

ANTIGUAS COLONIAS EN ESPAÑA (I)

                    (Artículo publicado en el Diario de Tenerife el 17 de marzo de 1900)
                               Documentación obtenida de Jable.Archivo de prensa digital de la ULPGC

Las antiguas naciones colonizadoras pasan generalmente por haber sido las más cultas de su época respectiva. Sin embargo, no debe tomarse tal aserto de una manera absoluta; por que es bien sabido que muchos pueblos bárbaros han colonizado aún en países menos bárbaros o más cultos. Las antiguas invasiones de los pueblos del Norte, y otras muchas efectuadas después por tártaros, cosacos, turcos, árabes, etc., etc., fueron otras tantas colonizaciones. Claro es que cuando no se les dejaba colonizar tranquilamente, convertían la colonización en conquista, si podían o tenían fuerzas para ello. La misma conquista acaba por ser colonización.

No nos es lícito, pues, afirmar que la nación más colonizadora haya sido precisamente la más culta; y en cuanto a España, además de haber sido colonizadora desde muy antiguo, cuenta con un testimonio valioso en favor de la prioridad de su cultura, testimonio que consiste en el conocido aserto de Estrabón, cuando afirma que los Tartésios o pueblos de la Bélica tenían su historia y códigos escritos, desde una antigüedad que en su tiempo ascendía a seis mil años No hay noticia positiva de una literatura anterior a esa en toda Europa, ni siquiera que se le aproxime, y lo mismo que de Europa puede decirse a este respecto, de la casi totalidad del mundo; puesto que Estrabón habla de verdaderos años, mientras que las antiguas crónicas de Egipto, China, Indostán, etc., se cree, por muchos autores que, a más de ser exageradas o fabulosas, tienen como años a las innaciones (sic). Plinio y otros autores antiguos afirman esto último, respecto a los egipcios, asirios, caldeos etc.

Es tradición antiquísima que Atlas o Atlante, soberano de una gran parte de nuestra península Ibérica, pasó a Italia en son de conquista, con un ejército compuesto en gran parte de iberos o españoles; pero tales noticias necesitan confirmación. Ese soberano, era, según parece, africano y había pasado a España o Hispania con gente de su propio país, o sea gente africana. De cualquier modo, añade la citada tradición que en aquella expedición a Italia, las naves fueron por un temporal empujadas hacia la isla de Sicilia, y que al allí dejó Atlas una parte de sus españoles.

Como también consta por otros datos una antiquísima invasión de españoles en Sicilia, no sería imposible que todas esas noticias, tuvieran un mismo origen, y de consiguiente fueran relativas a una expedición, que acaso se reproduciría dos o tres veces. Lo que no parece tan probable es lo que también se lee en la ante citada tradición escrita, esto es, que habiendo pasado después Atlas y su ejército desde Sicilia a Italia, aquí estableció a otros españoles, en el país conocido después con el nombre de Lacio. Pero si aquellos españoles se llamaban siculos como por algunos autores se cree, no sería tan dudosa la noticia, puesto que hubo siculos en el Lacio y en Sicilia. No nos proponemos aquí hablar de las colonias que los españoles fundaron en otros países; pero como se dice que el país de Sagunto o Murviedro fue colonizado en lo antiguo por los rútulos, procedentes del Lacio, no es inoportuno indicar la tradición precitada. En tal caso, pudiera haber sucedido que los rútulos, al pasar a España, no hicieran más que volver a su antigua patria.

Otra antigua tradición escrita atribuye al rey Sículo, de España, la ante dicha expedición a Italia, con escala en Sicilia, dado que no fueran realmente dos empresas distintas. Añade que los españoles que llevó consigo se llamaban sicanos, y dieron ese nombre a la parte de Sicilia en que se establecieron. Todo esto es dudoso y confuso, como lo son en general las fuentes de la historia, o sea, todas las tradiciones que datan de aquellos tiempos. No se sabe con certeza ni siquiera si fueron o no absolutamente un mismo pueblo los sicanos y los siculos o sícilos — de ambos modos se pronunciaba ese nombre,— aunque no hay duda que poblaron en aquella famosa isla y que la dieron su nombre. Sus antiguos habitantes llamaban cíclopes y lestrigones.

Aunque son varios los autores antiguos que consignan la referida noticia de la venida de los rútulos a España y su colonización cerca de la actual Valencia, no daríamos a esa noticia gran crédito si no la confirmase otro autor antiguo, Silio Itálico, que se cree fue español, natural u oriundo de la ciudad de Itálica, cuyas ruinas se ven aún cerca de Sevilla, la antigua Hispális. Ese autor llama constantemente rútulos a los habitantes de Sagunto, y su testimonio es de mucho peso en el asunto.

No puede fijarse, ni aún aproximadamente, las fechas respectivas de esas expediciones citadas; aún la de la venida de los zazintios es bastante problemática, si bien posterior a aquellas Casi al mismo tiempo que las naves de Zante o zazintias, llegaron a España; otras foceanas, si no fue que en los mismos navíos o embarcaciones procedentes de la Fócida vino alguna gente de Zante. Lo cierto es que a ésta última gente se atribuye generalmente la fundación o la repoblación de la ciudad de Sagunto, cuyo nombre dicen es corrupción de Zizunto, o Zicinto- de ambos modos parece se pronunciaba, — y sustituyó al que tuviera anteriormente aquella población, dado que la misma existiera a la llegada de aquellos colonos.

En cuanto a los focences parece que se establecieron entre Valencia y Cartagena—ciudades fundadas o al menos llamados así más tarde,—y a ellos con mejor criterio que a los de Zante se atribuye la fundación de Nebrija y Denia, donde hubo un famoso templo de Diana. Parece que esta villa o ciudad se llamó Dianea y por corrupción se llamó Denia (1)

Pero es dudoso que estas empresas de los de Fócida y Zante fueran anteriores a la colonización de los fenicios en la Bética. Al contrario, casi lodos los autores que de esto tratan, son de sentir que, viniera o no a España un Hércules fenicio—probablemente un jefe o general de esa nacionalidad, llamado así (2), —los fenicios precedieron a los griegos en las expediciones a la península Ibérica Pero casi ninguna noticia antigua se tiene de los primeros viajes de los fenicios a esta parte de Europa. La literatura fenicia
nos es a poco mas o menos tan desconocida como la cartaginesa o púnica, mientras que la griega y latina nos ofrecen multitud de noticias—fabulosas en gran parte—sobre las navegaciones griegas hasta el estrecho y columnas de Hércules y las regiones comarcanas. Si fuéramos a reproducir tan solo la mitad de ellas, tendríamos no solamente que alargar mucho este trabajo, sino lo que es peor, reproducir cuentos inventados por viajeros y aun por autores, que otros autores crédulos reproducen. En particular respecto a colonias y fundación de ciudades, villas, etc., se han despachado a su gusto, y casi no hay ciudad del mediodía de Europa cuya fundación no atribuyan a los griegos o a los romanos, bien entendido que entre los primeros se cuentan también los griegos de Asia.

                                                                                            R. GARCÍA-RAMOS

(continuará)

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