(Artículo publicado en el Diario de Tenerife el 10 de marzo de 1899)
Documentación obtenida de Jable.Archivo de prensa digital de la ULPGC
En todas las naciones son obscuros o dudosos sus principios,
y lo son también los de nuestra población canaria, no solo antes sino también
después de la conquista. Puede decirse que apenas tenemos historia de los sucesos de estas islas
durante el siglo XV; los pocos autores que hablan de aquellos, lo hacen de una
manera muy imperfecta, y el erudito Viera y Clavijo tuvo que componer sus
noticias sobre datos vagos y aun contradictorios.
De ahí que tengamos que apelar con frecuencia a los árboles escritos por don Juan Núñez de la Peña por hallarse en ellos algunos datos que en vano se buscarían en otra parte. Dice este autor, en uno de aquellos árboles -que tenemos a la vista- lo siguiente sobre la familia de Aday, que como la de Castellano y la de Mayor, parece trae su origen de las dos islas orientales—Lanzarote y Fuerteventura.
«Pedro de Aday el viejo fue Gobernador de la isla de Lanzarote por el Sr. Maciot de Bethencourt, por los años 1455. Su hija Susana de Aday casó allí con Miguel Martín Perdomo, los cuales tuvieron entre otros hijos a Margarita Perdomo y a Francisca Martín de Aday, la cual casó con Diego Mayor y se avecindaron en la villa de Telde, de Gran Canaria.
«Estos últimos tuvieron cinco hijos, de los cuales el mayor fue Juan de Aday, el cual tuvo dos hijos naturales en Elvira Sánchez, en Telde que fueron Luis, bautizado allí a 22 de Julio de 1503, y Catalina también bautizada en Telde, a 30 Septiembre de 1505. Estos dos casaron, la Catalina con Luis Dumpiérrez, y pasaron éstos a Tenerife, avecindándose en Taganana. (1)
«Hijas de Diego Mayor y de Francisca Martín fueron entre otras Isabel de Aday, mujer legítima de Alonso Hernández, vecinos de Telde y Mariana de Aday, que casó con Gonzalo de Jaraquemada, los cuales a su vez fueron padres de 1) Juan de Jaraquemada, familiar del Santo Oficio, vecino de Telde, donde casó con Luisa Velez de Valdivieso; 2 )Luis de Jaraquemada que casó con María de la Peña; 3) Ana de Jaraquemada, mujer legítima de Juan Inglés, Familiar (2); 4) Felipe Jaraquemada, marido que fue de Juana Rodríguez, 5)Dª Juana, esposa del capitánPadilla; 6) Diego Mayor, Familiar; 7) Francisca, mujer de Diego Romero, padres del Licenciado Luis Romero y Jaraquemada, Racionero.»
Suponiendo esos datos exactos, es muy difícil decidir si
esas diferentes personas nombradas son todas de origen español o si no lo son.
Para no hacer confusa esta relación, omití decir antes que Núñez de la Peña trae en un árbol a Catalina de Aday como hija
de Susana y de su marido Perdomo, y en otro árbol la trae como nieta de éstos,
e hija de Diego Mayor y su esposa Francisca Martín, lo cual me parece más
verosímil. De cualquier modo, por esta línea prosiguen los Mayor, y por ello
creo curioso copiar algo más. La tal Catalina de Aday fue casada con Manuel
Ramos, vecino de Telde, que parece fue de la gente indígena de Lanzarote, que
por sus diferencias con los señores de las islas menores, se avecindaron en
Canaria. Lo que puedo decir con seguridad es que ni con éste ni con los demás indígenas
que he nombrado, me liga relación alguna de parentesco.
De los dichos Ramos y consorte nació según Núñez de la Peña, Francisca Ramos, que casó con Hernando o Fernando Gómez y dejaron muchos hijos, entre éstos Dª Isabel, esposa de Esteban Hernández de Rosianez. Por aquí siguen los Mayor, como se ve en estas palabras que copiamos de Peña:
«De Rosianez y consorte fueron hijos, entre otros, Diego Mayor, María Gutiérrez que casó con Juan Mayor hijo de otro Diego y de María de Cubas. Timotea o Tomasa de Aday, esposa de Tomé de Solis — padres de doña Ana de Solis, que casó con Luis de Hoya o Haya, hijo legítimo de Luis de Jara y de María de la Peña,—Francisca Ramos y Ortega, mujer legítima de Luis de Mendoza, Familiar, natural de la ciudad de Jaén—su matrimonio a 24 Mayo 1599.—Hijas de éstos fueron doña Laureana de Mendoza y Dª Luisa, casadas respectivamente con Miguel de Cabrera, vecino de Telde, y con el vizcaíno D. Francisco de Zavala, cuya hija Dª Luisa casó con el Oidor D. Álvaro de Navia.»
Nuestro historiador Viera, en el tomo segundo de sus Noticias, habla de los Aday como súbditos
turbulentos de los señores de las islas, y lo mismo poco más o menos dice de
los Armas y de los Mayor.
Esa obstinada rebeldía de algunas familias, inclina o hace sospechar que se trata de indígenas, que sufrían con impaciencia la dominación extranjera en su propio país, a pesar de sus enlaces con los mismos conquistadores, o con los descendientes de éstos.
No creemos necesario repetir aquí lo que todos pueden leer en la obra de Viera—tomo 2.°, párrafos 10 y siguientes.— Allí y también en la de Abreu Galindo, puede verse cuanto figuraron en las contiendas de aquella época, contra lo que se llamaba despotismo de los señores de las islas, varios miembros de las familias a cuya memoria dedicamos estos breves renglones. Tal vez tuvieran razón en sus quejas y en sus pretensiones aquellos naturales, ya enlazados con los europeos; pero nos parece que hoy, después de tantos años y aun siglos transcurridos, no es fácil hacer en ese particular un juicio acertado, ni siquiera conocer a fondo los verdaderos fundamentos de los respectivos derechos que alegaban ambas partes.
Lo que puede asegurarse es que muchos de los indígenas
llamados canarios, procedían de las islas más orientales de este grupo: y que
muchos de ellos estaban realmente avecindados en Gran Canaria desde largo
tiempo antes de la conquista de Tenerife. En cuando a la fecha de la llegada de
Diego García de Herrera y su gente a nuestras islas, parece a primera vista que
Viera rectifica en el tomo 2 ° lo que había dicho en el anterior: pero no es así,
sino que lo confirma, puesto que dice en
el párrafo o número 8 °, que si “bien el padre de doña Inés murió en el año
1452, y de consiguiente ese año entraron en plena posesión de las islas aquella
señora y su marido, ya éstos las habían pisado años antes”. Es probable que Hernán Peraza, ya anciano,
enviara a su yerno con gente a las mismas para mantenerlas en su obediencia, y así proseguir
la conquista, si esto era posible, porque no poco tenía que hacer para
conseguir tan sólo lo primero.
Bien sabido es que a la conquista de Palma y Tenerife vino una multitud de naturales o sea indígenas de las otras islas, y que a muchos de ellos se les llamaba canarios, ora por el nombre general de las islas, ora por equívoco o inseguridad y poca atención respecto a su procedencia. Sin embargo, también es sabido que casi todos o la mayor parte de los llamados entonces canarios, procedían realmente o eran oriundos de Gran Canaria. Respecto a los otros, es decir, a los de las demás islas, he aquí algunas citaciones entresacadas de las muchísimas que hemos tenido a la vista:
«Pedro de Ervas, canario, testó en La Laguna ante Sebastián Páez en el año 1508, hacia el fin del registro. Dice que su hija Catalina García era casada con Diego (o Domingo) Samartín. Está en abreviatura el nombre propio o bautismal del yerno.«Jerónimo Hernández, natural de Fuerteventura y conquistador de Tenerife, su testamento en 1517, folios 412 y siguientes del registro de Páez o Vallejo. La mujer Luisa o Lucía Berriel, hermana de Juan Berriel, también naturales de la misma isla. La misma cita aparece con alguna diferencia en otro manuscrito, donde no se menciona al hermano, y se dice que del testador y su esposa fueron hijos Juan Berriel, Jinés Hernández y otro u otros.«Juan Delgado, hijo de Luis Sánchez y de Catalina Chemída, naturales de Fuerteventura, poder a favor de su hermano Andrés, á 10 septiembre 1510, ante Vallejo, a fojas 872.»
Si no pareciera una metáfora atrevida, diríamos que esas y
otras muchas citaciones, despiden un cierto olor indígena que trasciende y se
percibe desde lejos.
También solía llamarse antiguamente canarios a los naturales e hijos de naturales de las otras islas, que desde fecha más o menos atrasada residían en la de Canaria. Y a propósito de canarios, diremos que en nuestro anterior artículo, hablando de las datas hechas a favor de Juan Dara, omitimos algunos detalles que acaso ofrezcan interés. La citada del Libro 2º fue para el mismo Dara y para su padrastro Rodrigo López el cojo, con fecha 11 de abril de 1501; la del Libro 3.° tiene fecha 20 junio 1504; tuvo otra a 13 agosto 1505; y otra a 1º mayo 1506. En un árbol antiguo se lee que este mismo canario, hermano que fue de la infanta Tenesoya, esposa de Maciot el 2º, tiene repartimientos en el Libro 1° por testimonio, a fojas 49 y 138; y también en el 2º, al folio 51. Es indudable que este magnate prestó muchos servicios en la conquista, con gente y víveres a su costa. Otro antiguo trabajo consigna que de las tierras que fueron del mencey de Güimar, en donde dicen Tavican, se mandó dar seis caices a los canarios—ya datados anteriormente— Hernando de León y su hijo Francisco, en unión de Dará y el suegro de éste, con fecha 4 marzo 1506, Libro 2º por testimonio, folios 14 y 121. Acaso haya error en alguna de esas antiguas noticias, cosa que ni nos consta ni podemos fácilmente verificar o comprobar.
El curioso manuscrito antiguo que trae esas nociones,
difiere algo de lo copiado por Viera en una nota del prólogo de su tomo 3°,
donde habla de la liberación de Isabel de las Casas; el manuscrito trae la cita
del mismo documente público, con la sola diferencia de llamar Isabel de los Santos a la
liberta, y añade que era hija de otra del mismo nombre y apellido, esclava de
la doña Catalina García, canaria, viuda de Alonso de Adargoma. más conocido por
el apellido de Córdova; y que de éstos últimos fue hija legítima, además de
doña María de Torres la esposa del Familiar Alguacil mayor Luis de Castro, doña
Ana de León, esposa sucesivamente de Juan de Buenviaje, Juan de Frías y Pedro
Ponce Maninidra, todos canarios. Añade, a modo de corolario, que tanto ese Luis
de Castro como los demás hijos del noble Hernando Jusar de Castro, portugués y
conquistador de Canaria, Palma y Tenerife, fueron naturales o bastardos; pues
el dicho Hernando (como su cuñado y tocayo el Guanarteme) sólo dejó una hija
legítima, que fue doña Inés Hernández de Castro y Guanarteme, esposa de Álvaro Serrano,
que a su vez sólo tuvieron por hija a doña Francisca Hernández Guanarteme,
casada con Juan Perdomo Carrillo de Albornoz. Las datas de Alonso de Córdova , Adargoma, dice este citado y curioso manuscrito,
están en el Libro 1° de originales, cuaderno 21.°, folios 12, 24 y 79; y en los
Libros 1º y 2º por testimonio a fojas 22, 184 y 304 del uno, y no dice cuáles
del otro.
R. GARCÍA-RAMOS
(1) También consigna Peña que los sobre dichos Miguel Martín
Perdomo y Susana de Aday fueron padres
de Juan de Aday, marido que fue de Francisca de Coronado, y Margarita Perdomo,
casada con Juan del Puerto.
En el árbol de los Armas Negrín está el matrimonio de
Gregorio Castellano con Francisca de Armas, hija legítima del tercer rey de
Armas de esta familia, y hermana de Catalina Guerra y de Gaspara de Armas,
casadas respectivamente con García de Acubillo y con Gonzalo Pérez, conde
palatino.
(2) De éstos dice fue hijo D. Gregorio del Castillo, que
casó con Dª Leonor de Mojica. No cita o
menciona ningún otro hijo.
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